Un 60% de usuarios cree que moverse por Barcelona es cada vez más difícil

Por: Deyanira García

Esta es la principal conclusión del “Estudio RACC sobre la convivencia de la movilidad en Barcelona”, que ha analizado la percepción y el comportamiento de los usuarios a pie, en bicicleta, en VMP, en moto o en coche a través de 25.000 observaciones y 2.000 encuestas.

¿Es ahora más o menos sencillo moverse por Barcelona? ¿Cómo ha afectado a la movilidad la aparición de nuevos medios de transporte como el patinete? Con estas cuestiones de trasfondo, la realidad palpable a pie de calle es que moverse por la ciudad de Barcelona es cada vez más complejo debido a la aparición de nuevas necesidades y a la coexistencia de diferentes medios de transporte en el espacio público, que es limitado.

En este nuevo contexto, el RACC ha analizado la percepción y el comportamiento de los ciudadanos que se desplazan de manera individual por la vía pública de diferentes formas: a pie, en bicicleta, en VMP, en moto o en coche. El resultado es el “Estudio RACC sobre la convivencia de la movilidad en Barcelona”, que el RACC ha elaborado realizando más de 25.000 observaciones a usuarios en puntos representativos de la ciudad y efectuando 2.000 encuestas. No es la primera vez que lo lleva a cabo, ya que en el 2017 ya presentó la Auditoría RACC de Convivencia. Ambos análisis continúan en la línea de favorecer el respeto entre usuarios y garantizar su seguridad, especialmente de los más vulnerables.

 

Incrementa la sensación de inseguridad

Uno de los datos más relevantes es que, en los últimos cinco años, la percepción de seguridad ha empeorado, hasta llegar a los seis puntos: si en el 2017 las personas que consideraban poco o nada seguro desplazarse por Barcelona eran un 14% del total, ahora son un 20%. En esta línea, cuatro de cada diez ciudadanos admiten abiertamente que no se sienten seguros cuando se mueven por la ciudad, siendo los que se desplazan en bicicleta (34%) o en vehículos de movilidad personal (VMP) (29%) los que se sienten más vulnerables, mientras que los que lo hacen en coche (76%) o a pie (65%) dicen sentirse más protegidos.
Un 82% de los ciudadanos piensan que faltan actitudes cívicas, en general, en la movilidad por la ciudad y que no existe respeto entre los usuarios de los diferentes medios de transporte. Además, en un ejercicio global de autocrítica, ninguno de los usuarios de los medios de transporte se pone una nota elevada cuanto les toca valorar si efectúan una circulación respetuosa, siendo los peatones los que se puntúan mejor (con un 6,7) y los VMP los que se puntúan más a la baja (con un 6,1).

Aunque un mismo ciudadano puede ser peatón, conductor de coche y ciclista, este hecho se olvida en un santiamén, porque todos los usuarios se recriminan unos a otros comportamientos de riesgo.

Comportamientos observados

Además de recabar la opinión de los ciudadanos, el Club ha realizado más de 25.000 observaciones en 17 puntos representativos de todos los distritos de la ciudad para detectar cuáles son los comportamientos reales de los usuarios, identificar los irregulares y comprobar el respeto de los límites de velocidad en función del tipo de vías.

Entre las observaciones más destacadas se encuentra que la mayoría de peatones respeta los semáforos (6 de cada 10), pero 1 de cada 2 bicis y VMP cruzan en rojo (51%) o no dejan pasar al peatón en el semáforo en ámbar (66%).

En el caso de los ciclistas, el comportamiento irregular más extendido, por delante de saltarse el semáforo, es no indicar los giros y movimientos con el brazo.

En relación con los usuarios de coches y motos, un 16% de los motoristas circula entre carriles en momentos de congestión y un 22% circula por el carril bus, maniobra no permitida que solo se ha observado en un 6% de conductores de coches. 2 de cada 10 conductores de coches y motos no indican el giro o cambio de carril con el intermitente.

Otra impudencia detectada preocupante es que un 28% de los motoristas y un 15% de los conductores de coches no deja pasar a los peatones cuando el semáforo está en ámbar.

Radiografía a la siniestralidad

La accidentalidad y los incidentes son un buen indicador de la salud de la seguridad viaria. Y en este sentido, el estudio del RACC revela que los accidentes en la ciudad de Barcelona se dan principalmente en el espacio del vehículo rodado, es decir, en la calzada. Los cruces y las rotondas son los puntos más críticos, especialmente para las motos, el modo de transporte con mayor número de víctimas graves en 2022 en Barcelona. Se da la circunstancia de que un 16% de los encuestados dice haber sufrido un incidente o accidente durante los primeros diez meses del 2022 [la encuesta del RACC se llevó a cabo durante el mes de octubre del 2022]. Ante este retrato de la situación actual en Barcelona, el Presidente del RACC, Josep Mateu, insta al Ayuntamiento a “mejorar la gestión del espacio público donde actualmente se genera confusión y sensación de inseguridad” mediante una diferenciación inequívoca de las vías básicas y de las de tráfico local y una revisión de los límites de velocidad para que sean “coherentes y ordenados, sin cambios repentinos, para facilitar su cumplimiento”.

Queralt Bros para Revista RACC.